
Cada vez quedan menos horas. Es el momento de hacer el equipaje y buscar un pequeño o gran hueco para meter todo el material que llevamos hasta Calcuta para los niños. Mi mochila va llena de cepillos de dientes y en las de los demás hay pantalones, camisas, y muchos medicamentos.
Mi mochila pesa como un demonio. Espero ansioso el momento de facturar frente al mostrador de British Airways y mirar la cara de la azafata cuando vea lo que pesa el equipaje. Esperemos que nos dejen llevarlo todo y no nos prohiban subir tanto peso en el avión.