El gran día


Hoy es el gran día. Cuando llegamos al teatro por la tarde, sólo estamos nosotros. Eso está bien, nos dará tiempo a ensayar un rato antes de que llegue la gente.

Pero en unos minutos, el teatro se pone hasta arriba. Han venido todas la madres y padres de los niños de New Light, amigos, periodistas, todos los profesores de los hogares y mucha gente que se ha enterado y no sabemos ni quienes son. Esto se empieza a poner caliente.

La verdad es que estamos todos muy nerviosos, y yo el primero. La danza de los Black Crows creo que no la tenemos muy bien ensayada, pero haremos lo que podamos. En los camerinos se dan los últimos retoques.


Ahora el teatro sí que está completamente lleno. Ninguno pensábamos que vendría tanta gente.




Casi sin darnos cuenta, el telón se abre y Urmi aparece en el centro del escenario. Se dirige a todos hablando en hindi. Explica qué es lo que van a ver sobre el escenario, quiénes somos los voluntarios españoles y por qué estamos allí. Urmi destaca algo que parece sorprender a todo el mundo. Nosotros no hablamos ni hindi ni bengoli y muchos niños no hablan ingles. Aun así se han conseguido sacar adelante 15 días de actividades y un espectáculo teatral. A veces los niños hablan un idioma internacional, solo hay que escuchar.



Aplausos. Urmi se despide y el primer grupo sube al escenario. Todos se encuentran un poco perdidos, pero cuando descubrimos que los pequeños errores se tornan en sonrisas en el público, decidimos que es mejor hacerlo como mejor sepamos y lo demás vendrá rodado.



La primera actuación es un éxito. Todo comienza a salir perfecto gracias a la magnífica ayuda de los profesores.



Cuando termina la primera actuación algo ocurre que nosotros no teníamos preparado. Uno de los profesores se acerca al micrófono y dice a decir que todos los niños agradecen enormemente todo lo que han vivido estos días. Y que como muestra de su afecto quieren regalarnos un gran collar de flores. Nosotros no acabamos de creérnoslo pero cada vez que un grupo acaba su actuación, llaman a los voluntarios y un niño nos cuelga un nuevo collar que emana un maravilloso perfume. Es inevitable emocionarnos.




Y es espectáculo continúa. Ahora todos estamos mucho más relajados y todo está siendo más divertido de lo que pensábamos. Los objetivos se están cumpliendo: los niños se lo están pasando en grande, el publico está disfrutando, las madres y los padres se sienten orgullosos de sus hijos y nosotros no nos creemos que todo se esté convirtiendo en realidad.





Comenzamos a preparar el segundo de los sketches de los voluntarios. Se trata de un teatrillo de enanitos bailando y tocando flamenco.




La reacción del publico es maravillosa, no paramos de escuchar carcajadas desde las butacas. Provienen de los niños y de los mayores, ahora no hay distinción de edad, todos son niños, todos somos niños.


Las niñas de Soma's Home salen al escenario a hacer su danza bengali. Un precioso baile clásico muy popular aquí.



Urmi no puede evitar emocionarse viéndolo todo mientras se oculta en la oscuridad del escenario.



Eva acompaña a las niñas siguiendo sus movimientos a la perfección.



Carolo también se lanza y sale a escenario a bailar. Cuando terminan, el teatro estalla en aplausos, una gran ovación inunda todo el edificio.



Todos los grupos, todos los niños han pasado por el escenario. Ninguno se ha quedado fuera. Ha sido su gran día. Para acabar, los voluntarios improvisamos un sketch sobre la marcha. Participamos todos los que hemos estado viajando estos 15 días y también varios voluntarios que se pasaron algún día y que hoy están aquí. El Sketch es muy sencillo: uno de nosotros está triste en el escenario. Los demás intentamos animarle de mil maneras. Cantamos, bailamos... pero nada hace que nuestro amigo despierte de su tristeza.

Finalmente uno de nosotros tiene una idea. Sabe cómo hacer que sonría. Baja del escenario y busca una niña entre el publico. Ella, tímida, sube tras los voluntarios. Una vez arriba se coloca delante de nuestro triste amigo y este despierta. Abraza a la niña sonriendo y una gran fiesta estalla. Suena la música y subimos a todos los niños al escenario a bailar mientras papelitos de colores vuelan por nuestras cabezas. La felicidad y la fiesta nos inunda.



El espectáculo llega a su fin. Todo ha sido más maravilloso de lo que podíamos esperar.




Urmi nos agradece uno a uno lo que hemos conseguido hacer durante estos días. Dice que era algo impensabe para ella. Nosotros le devolvemos los agradecimientos. Nada de esto sería posible, ningún niño se habría subido al escenario hoy si ella no hubiera decidido un día crear New Light. Todo esto es gracias a ella.

Ahora llega un momento duro. Es la despedida. Muchos de ellos no saben que la mayoría de nosotros mañana tomamos un vuelo a Nepal o a España. "See you tomorrow?" me preguntan. No, mañana no nos veremos, mañana nos marchamos. Parece que no se lo acaban de creer. Se me hace un nudo en la garganta cuando uno de ellos me abraza llorando y me pregunta si el año que viene voy a volver. Sí, claro que voy a volver, le digo. El año que viene viajaremos más, reiremos más y soñaremos más, mucho más. Porque esto es sólo el principio, porque hay mucha gente que esta deseando venir y conoceros a vosotros, los niños de New Light. Porque hay mucha gente en España y en otros países que han viajado con nosotros y con vosotros a través de nuestro blog. Porque hay mucha gente que aunque nunca os haya visto en persona ya os conoce y sueña por jugar con vosotros un Waka y deciros "only tree".



El teatro se vacía. Lo que llevamos dentro parece que también. Los niños se han marchado ya a casa. Nosotros nos detenemos un momento en la puerta del teatro antes de coger un taxi. Hoy es el ultimo día en Calcuta para muchos y hemos decidido celebrarlo con una fiesta en nuestra querida azotea del hotel Astoria. Tenemos jamón ibérico que ha traído Joaquín, y chorizo, y queso manchego, y música, y vino, y Kingfishers. Y amigos.




Esta noche todos están aquí, en lo alto de Calcuta. Está Arnab, está Hoya, está Hyunji, está Juan... estamos todos. Reímos, comemos, bailamos, brindamos y la noche muere y el amanecer llega.



Y con el amanecer tres taxis en la puerta del hotel preparados para llevarnos al aeropuerto.


Las despedidas son difíciles. Algunos nos veremos pronto, otros no tan pronto. Tal vez algún día viajemos a Korea a visitar a Hyunji o a Nueva Zelanda a ver una exposición de Hoya. Quién sabe. Nos damos los últimos abrazos.





Y como nos son buenas las amarguras de las despedidas, Pirri y Alban deciden ofrecernos un poco de medicina de la risa. Alban asegurándonos que es un caballero Yeti que velará por nosotros, y Pirri intentando vender un organillo realmente horroroso a nuestro taxista por 20 rupias (cosa que consiguió).


El taxi se pone en marcha. Dejamos atrás muchos días de alegrías, juegos, risas, diversión. Dejamos atrás muchas cosas, pero son muchas más las que tenemos por delante. Mucho trabajo por hacer, muchos niños a los que ayudar a sacar de la calle a los que dar un voto de confianza. Muchos niños a los que les debemos negar un futuro de sufrimiento, muchos niños en los que confiar. Porque son ellos los que levantarán un pais. Porque ellos serán los que se convertirán en políticos, ingenieros, médicos o artistas. Porque son ellos los que en un futuro podrán montar miles de New Lights alrededor del mundo. Lo único que tenemos que hacer es darles la oportunidad, creer en ellos. Porque ellos y sólo ellos son el futuro.

Sólo nos queda agradeceros a todos los que nos habéis leído estos días. A todos los que habéis viajado con nosotros desde vuestra silla. Queremos deciros que os hemos sentido a nuestro lado, que nos habéis dado energías y fuerzas cada día. Muchas gracias por estar ahí. Gracias de verdad.

Aquí cerramos este blog. Aquí terminamos de escribir este viaje con este ultimo post. Esta vez no vamos a decir "adiós" vamos a decir "hasta pronto" porque como dicen unos amigos "cómo cambian las cosas cuando cambiamos una palabra".

Así pues, gracias y hasta pronto.

Comenzando a despertar

De Rebeca:


Son las 12:30 de la noche en España, llevo casi 40 horas despierta, interrumpidas por alguna que otra cabezada que he conseguido dar en el avion, y 23 horas de viaje. Mañana me toca volver al trabajo, y aun asi no estoy cansada y no puedo irme a dormir, no si antes compartir con vosotros parte de lo que me pasa por la cabeza.



No sabria elegir las palabras adecuadas para que podais entender todo lo que hemos vivido estos dias. No sabria elegir los adjetivos para describir lo que ocurrio ayer en Calcuta.



Si todos los días han sido mágicos, no podia ser menos el día final, la guinda sobre el pastel. No sabria elegir una escena del albún fotografico que tengo en la cabeza para explicar como de emocionante fue esa tarde. Si la magia que habia en el teatro la emanaban las madres viendo a sus hijos convertidos en actores por un dia, si eran los propios niños ataviados con sus mejores galas y sus mas puras sonrisas, si eran esos nervios de quien sabe que esta actuación era un momento muy importante en sus vidas, si era la cara radiante de Urmi, y sus ojos bañados por la emoción y el agradecimiento, o el abrazo sincero de Arnab al agradecernos nuestro trabajo, o las caras de emocion y pena por un final que se anunciaba a gritos de los voluntarios, o los calidos abrazos de los niños al despedirnos, sus ojos vidriosos por la pena pero profundamente agradecidos por la compañía de estos dias, risas, abrazos, alguna que otra lagrimilla, emocion, nervios, alegria… una explosion de sentimientos es lo que habia ayer en el teatro de Calcuta.



Ayer de camino al aeropuerto observaba en silencio las escenas de Calcuta, tratando de fotografiar en mi memoria todo lo que ha significado para mi estos dias.



Unos estudiantes de informatica de Calcuta nos decían un día, que ésta no es una ciudad para verla, sino para sentirla y no les falta razón, pues que atractivo puede tener una ciudad caótica, llena de basura, de olores extraños, de colores carcomidos por el moho y la suciedad… sino es el calido abrazo de sus gentes, el brillo de sus miradas, la sensibilidad de sus caricias, la cercania de sus palabras, la transparencia de sus niños…



Calcuta es una ciudad que te envuelve, te revela su lado más humano y mueve un hilo dentro de ti que despiertan en ti los sentimientos más reales que existen.



No todo ha sido facil, atrás queda el cansancio, las diarreas, los catarros, la impotencia de no poder hacer mas por una gente que lo tiene todo tan crudo, convivir con los olores, la falta de higiene, la alimentación, las condiciones meteorologicas adversas… pero haciendo balanza de todo lo que han supuesto estos 18 días, todo esto queda relegado a un pequeñisimo plano, a un pequeño punto en el margen de la foto.



Decia al principio que no sabia si eran ellos los que nos necesitaban o nostros los que les necesitabamos a ellos. Supongo que para ellos esta vuelta al mundo ha sido importante, las caricias recibidas han sido un aliento en su muchas veces complicada vida, las risas durante los juegos han sido energia para seguir adelante, conocer acerca de otras culturas, de otros paises es un punto de apoyo para el dia de mañana ser mas capaces de enfrentarse al mundo… pero para nosotros estar con ellos ha sido un sueño. En pocos días los niños y la gente de New Light nos ha dado más de lo que mucha gente puede dar en toda una vida. Nos ha dado una leccion de buen humor y alegria, nos ha mostrado una nueva forma de ver las cosas, nos ha llenado de sentimientos y cariño, han compartido con nosotros lo que tienen y lo que son, sin tapujos y secretos, como si fueramos sus mas intimos amigos, su familia.



Los niños del llamado tercer mundo, son transparentes, son los niños más niños que existen. No se han olvidado de jugar, no interpretan ningun papel como muchas veces si hacemos en el primer mundo, simplemente son ellos. Los niños del tercer mundo no saben inventar cuentos, no tienen capacidad para ello, su vida es la historia mas increíble a la que tienen que enfrentarse todos los dias.



Por eso cuando alguien asi te sonrie, cuando alguien asi te abraza, cuando alguien asi te dice que te va a echar de menos, cuando alguien asi de agradece los dias que le has dedicado, sabes que lo dice de corazon, y eso llena mucho.



Por otro lado hay que decir que cuando uno emprende un viaje nunca sabe con lo que va a encontrarse. Si el viaje ademas es a un lugar dispar con nuestra sociedad, caotico y duro, cuesta mas ponerse en marcha. Se necesita una buena preparación, llevar el equipaje apropiado y los mejores remedios para las adversidades, y nosotros no hemos podido llevar mejor equipaje. Cada uno de los voluntarios ha sido clave para que barco haya seguido a flote, cada uno de nuestros familiares y amigos han sido aliento para nosotros, cada uno de los que ha estado con nosotros a traves del blog han sido energia para nuestros dias.



Ahora el despertador anuncia que el sueño de estos dias ha llegado a su fin, pero si hay algo seguro de este sueño es que esto no acaba aquí… pues esta vuelta al mundo en 15 dias, forma para siempre parte de nuestras vidas, forma parte de nuestros corazones.



Gracias a todos y cada uno de vosotros por hacer esto realidad: Voluntarios, trabajadores de New Light, niños, familiares, amigos, seguidores del blog… mil gracias.





Rebeca



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